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02 octubre 2010

DQ 5 Novelas Sencillas (cortas) o muy enmarañadas (larguísimas)

Comenzamos con un tema muy interesante: el de la complejidad de las novelas que en cierta medida es el mismo tema de la longitud.
En la novela romántica, se observan dos tendencias en cuanto a este respecto.
Una es de las novelas sencillas y a la vez cortas. A lo que me refiero es que el conflicto o el hilo conductor es sencillo y breve: hay una situación que es la que crea el problema de la pareja, y esa situación es resuelta de manera rápida y al final de la novela. Cuando desaparece el conflicto, se llega al final de la novela. La mayoría de las autoras que más leemos tienen esta estructura relativamente simple en sus novelas: las más conocidas, son Amanda Quick, Candace Camp, Johanna Lindsey (algunas veces), Jude Deveraux (algunas veces) etc. Son autoras que nos presentan la pareja, el conflicto y la solución. Además todas la novelas cortas de Harlquin se desarrollan de la misma manera.
Pero hay otra clase: son las novelas muy enmarañadas que no traen un solo problema, sino varios, y hasta que todos son resueltos, la pareja logra ser feliz. Entonces, en estas novelas vemos que a la (o el prota) prota le suceden una serie de desventuras, enemigos, además de problemas existenciales que complican todo, y para completar, los malos entendidos. Las autoras más conocidas por esto son Kathleen Woodiwiss, Shirlee Busbee, algunas novelas de Johanna Lindsey (además de autoras anteriores a ellas que casi no le gustan a nadie: Rosemay Rogers, Patricia Matthews, Beatrice Small, Valery Sherwood, etc). Estas autoras les fascina meter en aprietos a los protas una y otra vez, hasta que por fin son felices. Una consecuencia necesaria en este tipo de novelas es que son extremadamente largas.
Desde mi punto de vista, ambas novelas son buenas si se saben tratar. Las novelas sencillas permiten rapidez en la lectura y deleite de la misma sin demorarse tanto tiempo, lo que hace que la mayoría de ellas sean de agrado al público. Las novelas largas y enmarañadas lo ponen más difícil porque hay que ser una verdadera experta para poder encajar todos los problemas sin causar el hastío de los lectores. Por ejemplo, Kathleen Woodiwiss es una autora que le gusta a casi todas las lectoras porque a pesar de tener unas novelas muy intrincadas, lo sabe hacer de tal modo que no cansa y la lectura es interesante aunque es larga. Eso no pasa con Rosemay Rogers, por ejemplo, que lo que hace es una mezcolanza de cosas horribles que hartan al lector y uno se queda en la mitad de la dichosa novela.
A mí me gustan ambos tipos de novelas, como lo dije, tienen que estar bien trabajadas. ¿Ustedes que dicen?

4 comentarios:

  1. Gracias, Ana. Pues yo estoy de acuerdo con la clasificación que se ha hecho. Y sólo tengo que añadir que me gustan también los dos tipos, aunque muchas veces el tipo de lectura que elijo está más ligado al tiempo que tenga de lectura y al estado de ánimo. Si quiero leer a Kathleen Woodiwiss sé que necesito tiempo, pero sé que me va a gustar mucho porque ella sabe llevar bien el hilo de la trama. Pero a veces no quiero leer tanto tiempo y lo que hago es leer algo corto, sencillo que sé que me va a gustar y que no me voy a demorar. A veces no estoy de ánimo para leer problemas y problemas sin parar, pero a veces quiero leer algo donde haya situaciones difíciles. Así que para no hacer el cuento largo, a mi también me gustan ambos tipos de lecturas (como dice Ana si están bien elaboradas) y el tipo de lectura que yo elija depende más del momento de leer y de mi estado de ánimo.

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  2. La verdad prefiero que sean cortas porque tiendo a aburrirme si son muy enmarañadas y aparte a si poder seguir con otra ya que tampoco tengo mucho tiempo de leer aunque a veces tengo etapas en las que no me gusta que se termine tan pronto la historia a si que no las descarto pero siempre voy a preferir las cortas primero.
    Besos ^ ^
    w-)

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  3. Es cierto que lo importante es que la historia esté bien llevada y sea interesante, después ya no importa si la anécdota es sencilla o enmarañada.
    El problema que encuentro es que, autorias como Johanna Lindsay, plantean muchos problemas por parte de uno de los protagonistas, lo que hace que él sea más bien un sádico y ella una tonta o una completa desgraciada, y son esas cosas las que me cansan.
    Mientras los protagonistas sean buenos protagonistas, creíbles y una les tome cariño, lo demás es secundario.

    Por cierto, hace días les dejé un detalle en mi blog:

    http://vampirelandia.blogspot.com/2010/10/un-meme-terrorifico-otro-esponjoso-y.html

    Besos y buen inicio de semana! ;-)

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  4. Pues a mí las que más me gustan son las que son bien enredadas, en las que hay envueltos pasión y peligro, las novelas que están llenas de un montón de elementos: misterio, pasión, amor, peligro, malos entendidos. A mí me parece que en cuanto más complicadas sean las novelas y más imposible y difícil sea el amor entre los protas, es más interesante y el final se saborea mejor. Lo malo es que como ya dijeron, las novelas con muchas vueltas por lo general son muy largas y a veces no hay el tiempo para leer tanto, además las autoras que escriben novelas tan largas por lo general no son muy buenas y uno lo que hace es leer cosas larguísimas y al final quedar decepcionado (es el riesgo que hay que correr).

    Otra autora que escribe muy largo, pero que me parece muy buena es Judith McNaught, he leído "Perfecta" y "Paraíso" y aunque son extremadamente largas y con miles de vueltas, son muy interesantes y no se te olvidan fácilmente.

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