Desde que Evangeline era una niña ha tenido sueños recurrentes en los que ve a un hombre de cabello negro y ojos verdes que la llama. Él siempre ha aparecido vestido de vaquero en un rancho ganadero rodeado de montañas.
Cuando ella era pequeña, él se mostraba en sus sueños como un niño dos años mayor que ella, después, a medida que los años pasaban y Evangeline se convertía en adolescente, él también lo hacía... Y más tarde, ella lo vio convertirse en adulto... En sus sueños actuales, el hombre aparenta tener unos treinta y dos o treinta y tres años.
Cada noche, al cerrar los ojos y quedarse dormida, él acude a ella y le pide desesperadamente que lo busque, que lo encuentre. Él le dice que la ama. Le repite una y otra vez, “volvamos a casa” y Evangeline sabe, en su subconsciente que “casa”, es Escocia...
Pero ella nunca estuvo allí... No al menos, en ésta vida...
Es una historia que desde su mismo argumento de atrapa. Es muy bonita, muy sentimental. Nos cuenta la historia de un amor que está destinado a ser a pesar del tiempo, el espacio y la muerte. Un amor invencible como debe serlo hasta que por fin se logra cuando estas dos personas se juntan para siempre.
Una de las cosas que más me gustó es la manera en como se recorren los tiempos en que los protas viven. Dos veces un amor fracasado, dos sub-finales que te dejan con ganas de llorar porque es injusto que dos "alamas destinadas" no puedan estar juntas. Lo bueno es que al final esto se ve ampliamente compensado.
Una historia digna de recomendar.
La he leído, excelente novela y de una autora que pronto nos dará sorpresas muy agradables, estoy segura, porque tiene mucho talento y una humildad de oro!!! Saludos =)
ResponderEliminar¡Hola, chicas!
ResponderEliminarMuchas gracias a MNRF, y especialmente a Ana María por recomendar mi novelita.
Gracias Anna Karine, por tus palabritas en el comment ;)
Besos,
Bri
Sí es una historia realmente bella :)
ResponderEliminarSe nota muy buena
ResponderEliminarTratare de lerla